1.- El cerebro está en contacto con nuestro cuerpo, con nuestro rostro, van juntos.
2.- Si el cerebro ve que tenemos una gran distensión en la cara y una gran sonrisa piensa ¡las cosas van bien!, ¡las cosas van de otra manera!
3.- Y entonces comienza a bombardear con una serie de sustancias, de hormonas por todo el cuerpo que nos hace sentirnos mejor.
4.- Es muy importante darle esta buena noticia al cerebro y comunicárselo con una sonrisa, con una respiración suave, calmada.