
1.- Centra tu atención en tus oídos y escucha los sonidos de tu alrededor, próximos o lejanos.
2.- Deja que los sonidos lleguen a tí, tranqilamente, sin bucar su causa, dándote cuenta de los distintos matices, asómbrate del » sentido» que es tu oído, es un regalo…
3.- Percibe los sonidos con placer, con descanso. Puedes ayudarte cerrrando suavemente los ojos.
4.- Sin analizar, sin juzgarte, confía en tu oído y espera pacientemente que el sonido llegue a tí.
5.- Te darás cuenta de que tu mente descansa, pues mientras escuchas, los pensamientos no tienen lugar.
6.- Si te distraes con algún pensamiento perturbador o no, nombralo, se consciente de él y vuelve pacíficamente a tu oído sin dialogar con ese pensamiento, deja que se vaya, así con otros que puedan venir e irse y vuelve de nuevo a tu oído..
7.- Tu mente descansa, tu cuerpo descansa y tu estado de ánimo se calma.